HISTORIA 

El origen se atribuye al propio San Francisco de Asís quien, según la leyenda, en 1214 visitó Soria de camino a Compostela y dio orden para la construcción de un nuevo edifico franciscano. El antiguo monasterio conventual  de San Francisco se cree que tuvo que estar dotada de grandes dimensiones, siguiendo los cánones de las Ordenes Mendicantes, pero no hay vestigio alguno de lo que inicialmente fue.

Tras un grave incendio en 1618 y posteriormente durante la Guerra de la Independencia sufrió graves daños.

La única dependencia conventual que ha llegado a nosotros es la iglesia en la que se cree fue sepultado el rey mallorquín Jaime IV.

EL EDIFICIO 

En la actualidad tiene una única nave que se divide en cuatro tramos que están separados por arcos fajones apuntados, coro a los piés y una capilla mayor con forma pentagonal.

Bóvedas de crucería compuestas por dos nervios cruceros sellan los últimos tres tramos de la nave. En el S.XIX se rehabilitaron el resto de tramos de la misma.

Haciendo el papel de naves laterales estaban las capillas de los Veras, los Morales y los Beltranes en la parte del Evangelio y las desaparecidas de los Aguileras, la de San Antón y San Bernardino, en la parte de la Epístola.

La Capilla Mayor alberga en la actualidad un importante retablo de Gabriel de Pinedo de finales del S. XVI procedente de la iglesia de San Nicolás, con escenas de la vida de éste y otros santos.

	Abierto en horario de misas: Lunes a Viernes: 11.30 y 19.00 h. Sábados: 19.00 h. Domingos y Festivos: 12.00, 13.00 y 19.00 h.
	ENTRADA GRATUÍTA
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