EL MIRADOR DE LA CIUDAD

El parque cuenta con tres accesos: por una pasarela peatonal que parte de la Iglesia del Espino y va bordeando la carretera, por unas escaleras que lo unen al casco histórico y desde las Márgenes del Duero por una pasarela volada junto a la carretera para vehículos, que parte de la Fuente de la Paciencia en la zona del Sotoplaya.

Uno de los mayores atractivos del parque son sus miradores y las espectaculares vistas que nos ofrecen. Tanto de la zona este, con el “Mirador del Castillo” con el río Duero de protagonista, como la zona oeste, desde el “Mirador del Sagrado Corazón” con la ciudad de fondo. La colina verde se asoma a la ciudad repartiendo panorámicas con la figura del Sagrado Corazón de Jesús como testigo, un monumento religioso de 12,5 m de altura, que data del año 1941 y construido con piedra de sillería de las canteras de Valonsadero.

Dentro del parque destacan algunos edificios: en la zona superior encontramos el depósito de agua, construido en el año 1965 para lo cual hubo que destruir la parte interior amurallada. Junto a dicho depósito está  la antigua potabilizadora realizada en estilo neorrománico y la  Casa del Ingeniero, antiguamente utilizada como biblioteca estival.

En la falda norte se encuentra también un abandonado depósito de agua de la ciudad que se construyó en 1904 junto al cuál se ubicaba uno de los neveros de la ciudad (donde antiguamente, cuando no existían congeladores,  se almacenaba hielo de la nieve que caía en el invierno). Según los historiadores también era en esta zona donde prolongaba la judería y aun se puede apreciar algún vestigio de las Iglesias de San Miguel de Cabreras y San Martín de la Cuesta.  En la ladera este, mirando al río, se emplazaba la desaparecida iglesia de Nuestra señora de Calatañazor. En la ladera oeste queda el cementerio de la ciudad y las desaparecidas iglesias de San Sadornil y Santiago.