Senderos, flora y fauna

MÁRGENES DEL DUERO

Si hay algo que obviamente destaca en este entorno son los valores naturales que aporta el río. Merecen especial atención la geología del entorno con la falla de la Sierra de Santa Ana. Interesante es también la fisonomía del río con sus presas, la vegetación propia de la ribera como chopos, álamos, sauces, mimbreras…a la que hay que añadir la de las laderas de los cerros circundantes, encinas en su gran mayoría, aunque también hay muchos arbustos propios de suelos degradados y algunas repoblaciones de coníferas y acacias en las laderas del castillo. Además, muchos de los arbustos de la Sierra de Santa Ana son plantas aromáticas como el espliego, el tomillo, la ajedrea etc.

Y por supuesto no podemos omitir la fauna; tanto la propia del medio acuático (barbos, truchas, bermejuelas, cangrejos, ranas, sapos, libélulas, fochas, garzas, nutrias…) como del medio colindante (lagartos ocelados, tejones, ciervos…). Los roquedos aunque son de escaso desarrollo presentan múltiples tipos de oquedades que permiten la nidificación de diversos tipos de aves rapaces como el alimoche, búho real, cernícalo común, halcón peregrino o buitre leonado. Acechando en las orillas del río se encuentran grandes aves como el cormorán y la garza real quienes no desaprovechan la ocasión de pescar algún barbo o bermejuela. El ave acuática más frecuente y mejor adaptada a las aguas profundas es el somormujo. Además, cada vez es más frecuente encontrar en el río la presencia de alguna nutria.

A pesar del paso del tiempo, la mayoría de los parajes próximos al Duero y a Soria han ido cambiado, pero no demasiado. El carácter rocoso y abrupto del relieve y la baja productividad de sus suelos les has permitido conservar una gran parte de su naturalidad.

Esta zona además ofrece la posibilidad de recorrer varios senderos homologados, uno de ellos (PR-SO 112) ascendiendo hasta el alto de la sierra Santa Ana, mirador excepcional desde donde obtener una amplia panorámica de Soria y desde donde se puede divisar dibujada en el horizonte una cresta de más de 100 kilómetros de longitud que enlaza las altas sierras del Sistema Ibérico septentrional. Desde aquí es posible contemplar a la vez las tres mayores cumbres de provincia (Urbión, Moncayo y Cebollera).Todas estas sierras del fondo de la panorámica son divisorias de aguas del Duero y Ebro. La totalidad del territorio que se contempla es cuenca del Duero y detrás de todo ello está la cuenca del Ebro. Tras la alineación entre el Puerto de Piqueras y el Moncayo se encuentra una parte del territorio soriano perteneciente a la cuenca hidrográfica del Ebro, donde nacen importantes ríos como el Alhama, Cidacos y Queiles. En torno a la capital soriana podemos observar como el Duero traza la “curva de ballesta”, como la bautizó Machado. El otro sendero (PR-SO 113) lleva hasta el paraje de Valhondo, donde el río discurre entre peñas y cuyo recorrido se realiza por la margen derecha del río.

Las márgenes también se pueden recorrer en sus dos lados por las pasarelas de madera y puentes, así como ascender por la senda habilitada que une el río Duero con el Castillo. Por estos recorridos se puede contemplar las dos puertas y los restos de la muralla medieval, diferentes y espectaculares miradores, presas, etc.

Paseo por la pasarela de las márgenes del Duero
El paseo del río Duero es una de las grandes atracciones turísticas de la ciudad