Tierras de Almazán y Medinaceli
Dos son las constantes en esta extensa comarca que abarca casi todo el sur de la provincia: paisaje y paisanaje. Desde la capital hacia Almazán atravesamos otra gran mancha de pinares. Una zona con potente pasado resinero, y una importante estela de tradición y cultura como denmuestran pueblos como Matamala de Almazán, Tardelcuende y Quintana Redonda.
El pueblo más grande de esta comarca y de la provincia es la villa adnamantina, Almazán, que se encuentra rodeada por la recuperada muralla que fue la que le dio el nombre. Nos desviamos hacia el sureste para acercarnos a Morón de Almazán, cuya plaza renacentista parece detenida en el tiempo y en la que se levanta el Palacio de los Mendoza y los Ríos, sede del Museo Provincial del Traje Popular de Soria. Continuamos en Monteagudo de las Vicarías tras el que llegamos a una joya medieval indiscutible: el monasterio cisterciense de Santa María de Huerta y al baldaquino del siglo XVIII de madera policromada ubicado en la iglesia del siglo XVI de Almaluez, tesoro único en Castilla y León.
Cerca se localiza la ferroviaria Arcos de Jalón donde se puede visitar el Mueso del Ferrocarril y no mucho más allá, Medinaceli. En él, muchas culturas superpuestas han dejado su legado en forma de arco, murallas, templos… Primero sirvió de frontera entre árabes y Cristianos y más tarde de disputa entre los reinos de Aragón y de Castilla. Su época dorada llegó de manos de los Reyes Católicos, cuya corte se estableció en la Villa en diversas ocasiones. Esta localidad merece parada obligatoria para disfrutar de su impresionante catálogo monumental: el Arco Romano, único de triple arcada que se conserva en la península construido en el siglo I d. C., su Castillo del siglo XIV, la muralla, Plaza Mayor, la iglesia románica de San Miguel, el palacio gótico- renacentista de Altamira y los restos de su muralla medieval.
Podemos tomar esta localidad como partida de diversas rutas monumentales por la comarca. Romanillos ofrece románico, calzada y fuente romana, tumbas medievales antropomorfas y una colección etnográfica, pero toda la comarca es fértil en manifestaciones románicas, que se esparcen en otros pueblos como Barca, Escobosa, Perdices, Viana de Duero, Villasayas, Nepas, Nolay, Maján y Adradas.
En Somaén destaca su torreón del siglo XIV y XV, el Castillo, la iglesia de Ntra. Sra. De la Asunción; en Chaorna los restos del castillo medieval, en Judes su laguna y el Iruecha su extenso sabinar y la fiesta de La Soldadesca.
Pero sin duda una de las excursiones ineludibles es la que nos lleva hasta Ambrona, el yacimiento prehistórico del Paleolítico Inferior de más relevancia en la península ibérica donde se pueden observar restos fosilizados de uros, caballos, huesos de elefantes…de hace 300.00 años.
Y de camino pueblos pequeños pero con un importante atractivo como la villa amurallada de Rello, Miño de Medinaceli, Yelo o Barahona, que con su serenidad y quietud invitarán a sentir lo auténtico que el medio rural soriano aún puede ofrecer.
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