• El público soriano muestra un año más su apoyo a la cita con la música Afroamericana por excelencia.
• Destacaron también las actuaciones de The Main Squeeze, Steffen Morrison, SumeRR o Dani Nel-Lo.
• Se han superado todas las estadísticas de usuarios del autobús con más de 3.500 viajeros
Soria ha vuelto a convertirse en el epicentro de la música de raíz afroamericana gracias a Enclave de Agua. Con un emplazamiento inmejorable a orillas del río Duero, del 25 al 27 de julio ha pasado lo más granado del panorama Soul, R&B o Reggae.
El festival arrancaba el jueves a las 19:30 en el escenario San Miguel con la ya clásica jam session del Enclave, este año comandada además por el maestro Tonky de la Peña (el padre del "blues madrileño"). Un espacio abierto a la participación de todo aquel que quiera sentir y vivir la experiencia de tocar sobre el escenario.
La fiesta continuó con el espectacular octeto Nola Brass Band, un grupo de seis vientos, batería voz y guitarra con un sonido contundente y energético que reflejó en directo el espíritu de la mejor brass music de Nueva Orleans, aderezado con píldoras de funk vacilón.
Pero el primer plato fuerte de la noche llegaría a las 22:30 en el escenario principal con Ogun Afrobeat. La banda madrileña liderada por el nigeriano Akin Onasanya hace suyos todos los preceptos de la cultura yoruba. Un auténtico viaje musical de ida y vuelta desde Lagos hasta la mismísima Soria, que hizo las delicias de propios y extraños con su espectacular puesta en escena.
A continuación los gaditanos The Agapornis desgranaron lo mejor de su repertorio, haciendo especial hincapié en su último trabajo, el notable Attitude (2017). La banda liderada por Desy Tey se confirmó en Enclave de agua como una de las formaciones más compactas del soul y el funk en nuestro país.
La primera jornada de conciertos se cerraba con la actuación de Alexis Evans, niño prodigio del R&B francés, que presentaba su nuevo LP I've come a long way (2019). Flanqueado por su tremenda banda (dos vientos, batería, teclado y bajo, todos ellos ataviados con exquisitos trajes), el de Burdeos ofreció un show a la altura de las grandes big bands que hicieron explotar el género a finales de 50. Genio y figura.
Los más fiesteros aún tuvieron tiempo de bailar los ritmos de Carlos Lezcano, aka Carlito Groove, músico y DJ argentino especializado en música de raíces africanas. Habitual en salas madrileñas como Junco Jazz Club, Tempo Club o Café Berlín, su sesión supuso el broche perfecto para la primera noche del Enclave.
El viernes 26 el festival arrancaba ya desde las 12:30 mañana y además se trasladaba al centro de la ciudad con las recién inauguradas sesiones Enclave Vermú. Una nueva propuesta creada con la intención de trasladar la magia de Enclave de Agua a las calles de Soria, ofreciendo además la oportunidad a bandas locales de presentar su propuesta ante el público. Así, Mara Row y 44 Dealers actuaron en plena Alameda de Cervantes, mientras que Vanessa & The Criminals, Graham Foster y DJ Filmore lo harían en la calle Manuel Vicente Tutor, conocida popularmente como Tubo Ancho. Este año además, se han potenciado otras actividades paralelas como los talleres de mantra y yoga (infantil y para adultos) en el Ecocentro (siguiendo el río a pocos metros del puente de hierro).
Ya por la tarde se retomaría la actividad habitual del festival en el Escenario San Miguel con otra Jam Session, en esta ocasión dirigida por el mismísimo Alexis Evans, cabeza de cartel de la primera jornada. Pero la primera gran sorpresa del día llegaría con Red Beard, una banda formada en Gran Canaria pero que podría haber nacido a orillas del río Misipí. Su contundente rock sureño y su solvencia sobre las tablas les está convirtiendo en todo un referente del género a nivel nacional e internacional.
A partir de las 22:30 la acción se traslada al escenario principal, donde Miguel Caamaño, locutor del programa de Radio 3 Alma de León, ejerció cada noche de maestro de ceremonias, ya por tercer año consecutivo. Caamaño fue el encargado de presentar a cada una de las bandas y artistas, empezando por el madrileño Rober Sua. El rapero de inusual estética y lírica certera sorprendió a todos los presentes con su peculiar propuesta musical, que acerca el hip-hop a sonidos como el Rock, el Folk o el Indie, sin renunciar a su esencia callejera. Arropado por una espectacular banda en directo - algo prácticamente inexistente en la música urbana nacional - que incluye a músicos como el teclista Martín García y el guitarrista José Funko (Aurora & The Betreyers), Sua consiguió meterse en el bolsillo al público con su flow poético y colaboradores como Clotilde C.
Pero la noche aún nos depararía aún más emociones fuertes como fue la puesta de largo en la península de SumeRR. Una estrella de los pies a la cabeza, esta jamaicana afincada en Tenerife ofreció un sensacional espectáculo acompañada de una banda de all-stars del reggae nacional encabezados por el veterano Ras Kuko. Con su cautivadora voz (dulce y potente a la vez) y su impresionante presencia escénica, esta jovencísima intérprete mostró al público de Enclave de Agua toda su versatilidad y descaro. Sus temas se mueven con soltura entre el reggae, el soul, el dancehall o incluso el rap. Todo un descubrimiento que dará mucho que hablar en el futuro.
El último concierto de la noche correría a cargo de los norteamericanos The Main Squeeze; una inclasificable banda que mezcla como nadie géneros como el funk y el soul con el rock más psicodélico y progresivo. Como una reencarnación moderna de los míticos Funkadelic, lo suyo fue un cóctel explosivo en el que caben temas propios e innovadoras versiones de clásicos de Pink Floyd y Led Zeppelin y hasta la popular sintonía de la serie Juego de Tronos .
Acorde con el eclecticismo de la jornada, el DJ madrileño Watch TV ofreció una sesión de samplers, sintetizadores en la que mezcló temas clásicos de funk y R&B con house muy bailable y ritmos electrónicos de calidad. El sábado 27 se retomaron de nuevo las sesiones Enclave Vermú con Sweet Baby James y The Wave por la mañana y Blues Deluxe, Richard Ray Farrelly, Txikito Sound System durante la sobremesa. Ya en horario del festival, la última jornada se inauguró con The Slingshots. Los catalanes ofrecieron un concierto sin tregua ni pausa; haciendo gala de un sonido funk-soul tan crudo como salvaje.
A continuación llegó el turno de los iconoclastas The Cyborgs. Este dúo italiano dicen venir del año 2110 para intentar mantener vivo el blues. Fantasías aparte, vaya si lo consiguen.
Ataviados con sus máscaras de soldador predicaron una vuelta a la simplicidad y efectividad que provocan el sonido de una guitarra y una batería, pero pasado por un tamiz robótico tan delirante como divertido.
La última jornada en el escenario principal se cerró con tres actuaciones de auténtica altura. Comenzando por legendario Dani Nel-Lo, quien acompañado de sus Saxofonistas Salvajes, ofreció un brutal recital de rock and roll y rhythm and blues interpretado de forma exquisita con el saxo como instrumento central. Un auténtica montaña rusa de emociones, visceral y salvaje, con la que encandilaron a todo el público de Enclave de Agua.
A continuación, Steffen Morrison desplegó todas sus dotes de showman con un set en el que demostró estar a la altura de los más grandes soulmen de la historia. Con una banda de músicos de tremenda categoría, el holandés interpretó con soltura los temas de su álbum de debut Movin' On (2018) y se atrevió incluso con versiones de clásicos atemporales del R&B como "Hard To Handle" de Otis Redding.
Así estaban las cosas cuando llegó a escena la gran estrella de la noche, y quizás la artista más esperada de la última edición de Enclave de Agua: la cantante y compositora Judith Hill. Reconocida como una de las grandes voces del soul contemporáneo, a sus 34 años ha sido corista de artistas como Stevie Wonder, Chaka Khan, Michael Jackson o Prince. Quizás este último sea el que más le haya influido. Algunos de los temas de Hill podrían haber estado perfectamente firmados por el genio de Minneapolis (de hecho, le versionó hasta en dos ocasiones). Además su increíble presencia escénica y la fuerza con que acomete sus canciones (ya sea a la guitarra, al piano o sólo con su voz), le hacen brillar con una resplandeciente luz propia. Por no hablar de su banda, en la que se incluyen sus propios padres, los también músicos 'Pee Wee' Hill (bajista) y Michiko Hill (teclista). Hill lleva el soul en la sangre y así lo trasmitió a todos los que tuvieron la oportunidad de ver su espectáculo en Enclave de Agua.
Tras este torbellino, el festival se despidió un año más con el DJ Robert Tempo, que mezcló Funk, Soul, Disco, Boogie, Swing… Una edición que será recordada por todos como una de las más eclécticas y sorprendentes de Enclave de agua
USUARIOS AUTOBÚS
Por otro lado, el Ayuntamiento se muestra satisfecho con el número de usuarios del servicio de transporte urbano destacando de forma especial la cifra registrada el sábado donde casi se alcanza la franja de los 2.000 viajeros. La estadística sigue creciendo respecto a años previos existiendo una mayor concienciación para evitar el uso del vehículo particular en el entorno de las márgenes del Duero.