Soria en 1 día
Soria no es una ciudad muy extensa pero tiene un gran catálogo patrimonial y natural que bien merece ser visitado y aunque un día, sin duda, es poco tiempo para conocerla hemos diseñado una visita si sólo se dispone de ese tiempo, pero con la idea de que aquellos que realicen este tipo de visita regresen más adelante para conocer todos los rincones, parajes y monumentos que han quedado por disfrutar.
Y por si tu estancia en la ciudad fuera de media jornada te hemos marcado los IMPRESCINDIBLES que no te puedes perder.
Para aprovechar al máximo la estancia en la ciudad y combinar el corto espacio de tiempo sugerimos el itinerario siguiente.
También puedes alaargar tu estancia. Consulta los recorridos que te hemos preparado para ver SORIA EN DOS DÍAS, y SORIA EN TRES DIAS.
POR LA MAÑANA
POR DÓNDE EMPEZAR
Comencemos por acudir a la Oficina de Turismo para recibir información. Allí podrás solicitar el plano callejero de la ciudad, folletos temáticos y todas tus preguntas y dudas serán resueltas antes de iniciar el recorrido por la ciudad; también podrás contratar una audioguía o si lo prefieres una visita con un guía oficial de turismo. Y por supuesto llevar toda la información en tu móvil si te descargas nuestra App #eligeSoria para smarthphones Android o Iphone.
Te recomendamos visitar sin prisa y como punto de partida el auténtico jardín de esta ciudad, situado en su corazón, el parque de la Alameda de Cervantes (aunque todos se refieren a él como la Dehesa); paseos con bóvedas vegetales y suelos tapizados por hojas en otoño, románticos rincones con fuentes, una gran pradera en su zona más alta donde tumbarse y observar el cielo azul intenso y una rosaleda, explosión de colores y olores.
UN PASEO POR EL CENTRO
Desde aquí continuamos el recorrido por el Collado (la principal calle peatonal) desde dónde encontramos a pocos metros la románica Iglesia San Juan de Rabanera, que parece una maqueta de lo que sería una iglesia románica tipo. Rodéala, contempla la portada dedicada a San Nicolás, (tomada de la original iglesia arruinada), admira su esbelto y curioso ábside de doble vano.
Volviendo a la céntrica calle peatonal y ascendiendo por la nobiliaria calle Aduana Vieja salpicada de palacios renacentistas, como el de los Río y Salcedo, el de los Castejones o el de los San Clemente, y delimitada con la maciza figura del edificio del Instituto Antonio Machado, cátedra para el poeta sevillano con cuyo nombre le bautizaron, y para el santanderino Gerardo Diego, llegamos hasta la Iglesia de Santo Domingo, que posee una imponente monumental fachada románica en su lado occidental, de la que destaca su rosetón, sus capiteles, jambas y tímpano, pero sobre todo, destacan las arquivoltas de la entrada, que nos narran, en elaboradas y expresivas escenas, parte de la Biblia. Y una vez que tu vista esté saciada, entra en el interior y deja que sean tus oídos los que disfruten con los cantos de las monjas clarisas que viven en el convento anejo.
PARA TERMINAR
Regresamos a la céntrica calle del Collado bajando por la calle Estudios y pasando por el Mercado Municipal de la ciudad hasta llegar a la Plaza de San Blas y Rosel (conocida como la tarta) en la que se encuentran los escudos de los 12 linajes de la ciudad. Desde aquí, entre los soportales del Collado, duerme y vive como detenido en el tiempo el Círculo de la Amistad Numancia. Un poco más adelante, entre los modernos edificios se asoma, orgulloso y contundente renacentista, el Palacio de los Condes de Gómara. Los arcos juegan saltarines en su doble arcada, la torre lanza al cielo sus acróteras coronadas habitualmente por curiosas cigüeñas y en su monumental portada, entre maceros poderosos, se asoma eternamente a su ventana la señora condesa.
Adentrándonos en las estrechas calles del Casco Antiguo y muy cerca cruzando por el Arco del Cuerno llegaremos hasta la Plaza Mayor. En ella, encontremos la Casa del Común de los vecinos de Soria, la Casa Consistorial de los 12 Linajes, el Palacio de la Audiencia (ahora centro cultural), la Fuente de los Leones, la Torre de Doña Urraca y el románico templo de Nuestra Señora de la Mayor, eco de alegrías y penas para Machado, pues en esta iglesia se casó con Leonor y se ofició el funeral de la misma pocos años después.
POR LA TARDE
BIENVENIDOS AL DUERO
Descendemos ya hacia el río, pasando junto al convento del Carmen, que fundara Santa Teresa, y las ruinas de San Nicolás, hasta que aparece la concatedral de San Pedro. La eterna aspirante a templo catedralicio esconde tras su austero exterior un bello interior gótico, salón decorado con bellos retablos, y un claustro anejo, exponente purista del románico internacional, capiteles y columnas para la meditación antaño y para la admiración ahora.
Y llegamos por fin al Duero. Lo atravesamos por su Puente de piedra de origen medieval para entrar en el espacio del misticismo. Tres son los lugares dedicados a este fin, asomándose al río como buscando en sus aguas la inspiración. El primero, el antiguo monasterio de los hospitalarios de San Juan de Duero. Posee un claustro que comprime en su geometría un compendio de estilos medievales y una sinfonía de movimiento en piedra. En el aparentemente sencillo templo, dos templetes orientalizantes decorados con bellísimos capiteles que parecen flotar en la penumbra del interior.
El segundo de estos espacios, el monasterio de tradición templaria de San Polo, que en el pasado fue cobijo de estos monjes guerreros y de los seres fantásticos surgidos de la mente de Bécquer. El arco abierto bajo su templo es una puerta a uno de los recorridos más románticos de la geografía soriana: el paseo hasta la ermita de San Saturio, inmortalizado, cantado y sublimado por la pluma de Machado, y dejando a un lado el Puente de Hierro, estructura en desuso construido en el año 1929 por donde atravesaba la antigua línea de ferrocarril.
Los álamos grabados, las amansadas aguas del Duero y la mole de la sierra de Santa Ana acompañaran nuestros pasos hasta el santuario dedicado al patrón de la ciudad. Naturaleza y arte, cueva y templo, la espiritualidad de los devotos y la carnalidad de los enamorados se unen en un estrecho e indisoluble abrazo. Desde la entrada por la gruta original, el recorrido pasa por las distintas estancias hasta la capilla en la parte más alta en la que el autor, ilustró íntegramente con frescos paredes y techos.
UN FINAL DE LEYENDA
Para finalizar la jornada podemos ascender hasta el Parque del Castillo, en el cerro que lleva su nombre, con paseos, rincones románticos entre las ruinas de la fortaleza, columpios e incluso una piscina para los más pequeños. Este punto es el verdadero mirador de la ciudad, momento ideal para ver desde un balcón privilegiado el atardecer de la ciudad y desde donde poder contemplar y disfrutar de las distintas vistas panorámicas desde la zona más nueva con la Universidad y el Estadio Municipal de Los Pajaritos, pasando por las márgenes del Duero con la Ermita de San Saturio hasta la zona más monumental y céntrica de la ciudad.
En este parque se encuentra el Parador Nacional Antonio Machado y una original galería expositiva en el antiguo depósito de aguas, actualmente en desuso. La gran variedad de especies vegetales junto con sus habitantes (aves, lagartos, ardillas,…) contribuyen al deleite de cualquiera que visite esta zona de la ciudad.
Te invitamos a que dentro de la visita a nuestra ciudad te lleves una experiencia turística sumando al patrimonio, los paisajes, la naturaleza, los paseos, nuestra gente, las compras, la cultura y los eventos; todo ello aderezado con la más rica y típica gastronomía, ya que no te puedes marchar sin probar el torrezno, la mantequilla, las migas o la micología en cualquiera de sus variedades.
El programa es orientativo, por lo que le recomendamos consultar previamente los horarios y condiciones de las visitas de los interiores de cada uno de los monumentos recogidos.
Además la agenda cultural de la ciudad es muy variada y muy amplia, por ello le invitamos a visitar la agenda de eventos para obtener la información de aquellos que puedan coincidir con las fechas de su visita.